La Peña Granadinista de Personas Sordas muestra su satisfacción por «la cercanía de García Amado», aunque «todavía quedan algunas barreras por romper»
Santos, Lucía, Miguel, Francisco Javier, Carlos, Maribel y Juan son algunos de los aficionados que conforman la Peña Granadinista de Personas Sordas (Peñasogra). Viven las previas y los partidos como el resto de seguidores que cada dos domingos llenan las gradas del ‘Nuevo Los Cármenes’, con la singularidad de que el estallido del gol retumba para ellos a través de la vibración de los asientos y de los mismos cimientos del coliseo del Zaidín, aunque el grado de felicidad es el mismo.
Un día, decidieron darse voz a ellos mismos con la creación de este colectivo, idea motivada por “un viaje que hicimos a Málaga. Allí vimos que existía una peña de personas sordas, así que dijimos… ¿por qué no? A partir de ahí, nos pusimos manos a la obra y son ya más de dos años desde que nos unimos al G19”.
“Gracias al ayuntamiento se decidió, a la hora de poner el himno por megafonía, transcribir la letra en el marcador. Es algo que se agradece muchísimo, porque nos permite seguir cada verso” añadieron mostrando su satisfacción.
Como bien indican, las dificultades en el sentido auditivo no les impide disfrutar y sufrir con “su” Granada. Ellos y ellas cuentan con complejidades para escuchar, pero valoran de sobremanera el hecho de ser escuchados. Dedicar unos minutos a Peñasogra, tomar papel y boli, e intentar romper esas pequeñas barreras, como ya se ha realizado con algunas, no supondría un esfuerzo inviable. Al contrario.